Jóvenes de El Zapote Bravo, Ixhuatlán de Madero reaprenden las actividades comunitarias (cultivar la tierra y rescatar el bordado otomí).
Ya hemos informado aquí en Palabra al Aire que muchos hombres y mujeres han perdido su empleo en las grandes ciudades de nuestro país a raíz de la crisis derivada del coronavirus. Entre ellos varios jóvenes y adultos mayores de la comunidad otomí de El Zapote Bravo, municipio de Ixhuatlán de Madero.
Unos trabajaban en tiendas de ropa, de abarrotes, en fábricas, otros y otras haciendo limpieza en las casas, en las obras de albañilería, en cocinas, restaurantes, entre otros trabajos en las ciudades de Monterrey, Reynosa y la Ciudad de México.
Por lo que ellos y ellas no tuvieron de otra más que regresar a su comundiad de El Zapote Bravo; pues pensaron que al quedarse en las ciudades no iban a poder sobrevivir sin un trabajo. Y mientras pasaba el tiempo, la enfermedad del covid-19 no paraba.
Por la radio y por televisión escuchaban que no debían regresar aún a las ciudades o simplemente que ya no tenían trabajo. Por lo que optaron por ayudar a las actividades en el campo y en sus casas. Pues no podían estar sin hacer nada o sin ayudar a sus padres.
Imelda Galicia Rocha nos platica sobre las actividades que realizan las muchachas y los muchachos de esta misma comunidad. Incluso actividades que los jóvenes dejaron de hacer.