El ciclo agrícola y su relación con las festividades comunitarias y religiosas
Para las culturas mesoamericanas, la milpa y su sistema de siembra han sido muy importantes. Los ciclos agrícolas fueron eje de los calendarios, las festividades, cultos y ritos.
Cuando llegaron los españoles, se acoplaron las fiestas católicas a las grandes fiestas prehispánicas relacionadas al ciclo agrícola. Así, no fue tan difícil evangelizar, pues el arraigo al culto agrícola se preservó.
Como ejemplo de estos cultos están los Graniceros, los tiemperos, los magos del tiempo, que invocan a la lluvia, viven en torno a los grandes volcanes y alejan las tormentas o vientos dañinos.
Comunidades como San Juan Tetelcingo, San Agustín Oapan y Oztotempan, en Guerrero, aún hoy adoran una o varias cruces, generalmente a lo alto de un monte, y suplican por las aguas para la buena cosecha.
En los rituales del maíz de la Huasteca, los nahuas y los tének se dirigen a sitios sagrados como cerros, fuentes de agua o cuevas, con invocaciones al buen temporal con símbolos católicos y alusiones a deidades locales.
Por su parte, los hñahñu de Querétaro e Hidalgo siguen un calendario solar, y adoptan a los santos católicos Isidro y Santiago, todo en torno al ciclo agrícola, parte de la tradición conocida como xajay.
Escuchemos a la señora Rosalba Galván Gutiérrez de Tehuetlán Huejutla Hidalgo. Ella nos cuenta sobre la relación del calendario agrícola en las festividades de la huasteca como xantolo y carnaval.
Los días más importantes del calendario, tanto agrícola como católico son: el 2 de febrero (Día de la Candelaria), 3 de mayo (día de la santa cruz), 29 de septiembre (dia de san Miguel Arcángel), 15 de agosto (celebración de la Virgen de la Asunción que coincide con la temporada de cosecha) y el 2 de noviembre (festividad de muertos).