En Viborillas la semilla de maíz es nativa desde hace 200 años.
Es la apreciación que tiene la familia que siembra en la parte alta de la cumbre de Viborillas a cuatro kilómetros de Huayacocotla. La milpa de Don Leonor Pozos llegó a la edad cercana a los cien años. Allí donde él trabajó toda su vida, aparte de cuidar su rebaño de borregos.
El maíz de Viborillas es una muestra, como la de muchas comunidades de la sierra, de que el maíz nativo sigue siendo el mejor. El que se renueva año con año por los siglos.
Abraham Pozos acompañaba a su tío Leonor a pastorear desde los seis años. De él aprendió la antigua historia del maíz de Viborillas. Y él mismo supo sembrar a esa edad y a abonar con abono de borrego.
Maíz nativo y abono natural, sin químicos ni fertilizantes derivados del petróleo. El propio Maíz fotalece la tierra, en lugar de enflacarla como el híbrido, que al principio tiene buen apsecto, y luego ya no sirve sin meterle el gasto de la urea.
La propia voz de Abraham Pozos nos explica los detalles de su experiencia de por vida:
Las empresas quieren privatizar el maíz y certificarlo a su antojo, por medio del convenio UPOV91, como hemos escuchado por Radio Huaya.
En Viborillas y en las comunidades otomíes de Texcatepec y náhuatl de Ilamatlán tenemos la prueba. Los granos híbridos nunca van a igualar a este maíz nativo cuidado por cientos de años. Mucho menos el transgénico que Bayer quiere meter.
Buenas noches, que bonito saber que todavía, se puede conseguir semilla nativa. La pregunta es, cómo puedo comprarles semillas a ellos.