Los indígenas Navajo de Estados Unidos sufren la enfermedad del Covid, sin que Trump voltee a mirarlos.
La pandemia de Covid-19 ha afectado duramente a la nación indígena Navajo dentro de Estados Unidos, con los promedios de infección más altos del país.
Solamente Nueva York, Nueva Jersey, Connecticut y Massachusetts tienen promedios más altos. La nación Navajo tiene la mayor reserva de territorio indígena del país. Su territorio se extiende a lo largo de Arizona, Nuevo México, Colorado y Utah.
La mitad de los 300,000 miembros del pueblo Navajo viven en la reserva. El presidente de la Nación Navajo, Jonathan Nez mandó que la gente se guardara en sus casas y hasta ordenó el toque de queda nocturno en la semana y toque de queda completo todo el fin de semana. La guardia nacional prohíbe el paso al territorio Navajo en la ciudad de Gallup, en Nuevo México.
A pesar de estas medidas, el 5 de mayo había 2599 confirmados de coronavirus en la Nación Navajo y un total de 79 muertes.
Entre las víctimas se encuentra Valentina Blackhorse, de 28 años de edad, una líder comunitaria muy querida, que promovió la cultura y la educación de la Nación Navajo. Valentina dejó con vida a su compañero, Robby Jones, y a su hija de un año, Pet.
El análisis de Covid-19 de Valentina Blackhorse dio positivo el pasado 22 de abril y falleció al día siguiente.
La Nación Navajo ha resistido a pesar de siglos de opresión, racismo y pobreza, igual que las comunidades indígenas cercanas Hopí, Pueblo, Zuni y del Río Gila. La nueva pandemia de coronavirus los está afectando de forma desproporcionada. Así sucede también con las poblaciones afroestadounidenses y latinas en todo Estados Unidos.