Cientos de personas están regresando a sus comunidades, ante la emergencia del coronavirus.

El fin de semana pasado llegaron varios camiones con gente a las comunidades de Tlachichilco e Ixhuatlán de Madero, en la huasteca de Veracruz.

Son decenas de personas que trabajan en ciudades grandes de México, como la capital, Guadalajara o Monterrey.

La crisis que ha generado el coronavirus va a golpear aún más fuerte a las familias en situación de pobreza que se están quedando sin trabajo ante el cierre de restaurantes, tiendas, bares y negocios de las grandes ciudades.

Otro ejemplo es la huasteca hidalguense. Jaltocán, Hidalgo tiene a mucha gente trabajando en Guadalajara concretamente en la venta de fruta. De eso se mantienen decenas de familias de comunidades indígenas. 

Justo en esta semana, las autoridades de Guadalajara prohibieron la venta ambulante de comida, por lo que muchas familias están pensando regresar a sus comunidades a esperar a que el coronavirus se acabe.

Así lo cuenta Isaías Jiménez Cruz, originario de la huasteca hidalguense y que lleva varios años trabajando en Guadalajara.

 

Regresar a sus comunidades es un derecho de la gente en estos tiempos de crisis. Lo que toca es mantener las precauciones sanitarias con quienes vienen de fuera pero sin tratarles de manera discriminatoria.

Se sabe que en tiempos de crisis, las comunidades saben cómo organizarse para mantener la calma y para salir adelante.

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